It's all about connecting the dots. Eso dice Steve Jobs. También dice que es imposible conectar los puntos mirando hacia adelante, pero una vez que miramos hacia atrás, todo se hace más claro.
Tal vez eso es lo que me conduce a escribir hoy. Conectar puntos hacia atrás luego de haber recolectado el material necesario.
Hay que diferencias experiencias, vivencias y distracciones. Luego es debido pensar y procesar ideas que llegan a mi cabeza como si de flechas se trataran; estoy comenzando a armar el rompecabezas, yet again.
Yendo un poco hacia atrás... hace poco tuve la oportunidad de rever Neon Genesis Evangelion y Serial Experiments Lain.
Noté que hay un elemento que se repite en ambas obras: La consideración del Yo a un nivel externo. ¿Qué quiero decir con esto?
Pues, lo siguiente: El Yo (o Ego) es nuestra parte consciente y el resultado de la puja entre nuestro Ello (Id) y el Superyó (o Superego). Nuestro Ego es la versión más aproximada a nuestro verdadero ser: yo quiero, pero yo debo; esto sería una burda aproximación al verdadero concepto.
En ambos casos noté el siguiente cuestionamiento, "¿Quién soy Yo?. Y en ambos casos aparece un desdoblamiento interesante, el Yo propio y el Yo que perciben los agentes exteriores (Llámese de esta manera a los demás individuos que rodean al sujeto). Algo similar plantea Carl Gustav Jung en su definición de Persona: Es aquello que no es propiamente de uno, sino lo que uno y la demás gente creen que es.
Pensar y analizar.
¿Qué es lo que pasa cuando el Superego ahoga al Ello? ¿Cuál de las dos fuerzas psíquicas es más fuerte? ¿Qué es lo que ocurre cuando el Ello predomina?
Pulsiones de muerte. Según Freud.
"se contraponen a las pulsiones de vida y que tienden a la reducción completa de las tensiones, es decir, a devolver al ser vivo al estado inorgánico. Las pulsiones de muerte se dirigen primeramente hacia el interior y tienden a la autodestrucción; secundariamente se dirigirían hacia el exterior, manifestándose entonces en forma de pulsión agresiva o destructiva".
Neon Genesis Evangelion: ¿Qué esperan de mi? ¿Que deseo mostrar de mi a mi entorno? ¿A qué le temo? ¿Seré amado si mis barreras caen y liberan a mi verdadero Yo?.
Serial Experiments Lain: ¿Quién soy? ¿Cuántos Yo existen?¿Es posible transmutar mi existencia? ¿Si no existo en las mentes de los demás, existo realmente?.
En ambos casos se llega al planteamiento que, en NGE, es llamado "complementación humana". SEL y NGE, proponen abandonar el plano físico (el cual se vuelve innecesario), romper las barreas y formar una sola "unidad", destruir las barreras de la conciencia.
Planteo:
¿Qué lugar ocupa un individuo cuando sus pulsiones de muerte son predominantes tanto consciente como inconscientemente?
Lacras sociales, no sirven al propósito de la especie humana. Evolución si, introspección no.
¿Qué es lo que ocurre cuando el Superyó ahoga al ello?
Algunas personas son capaces de existir y pasar por alto todos estos interrogantes, cómo si se tratara de residuos y nimiedades que no alteran e interactúan con nuestro entorno.
Una vida de quietud y preocupaciones triviales son más que suficientes para mantener la mente ocupada en las miserias cotidianas. Pero no mucho más allá. Allí es donde entran en escena cierto tipo de distracciones banales, pulsiones de vida (Eros) llevadas a su mínima expresión. Sólo hasta donde nuestro Superyó nos permita llegar, como si se tratara de una cadena imaginaria que nos ata a la buena compostura.
Esto me lleva a otro cuestionamiento, ¿Por qué Eros y no Thanatos?.
Tenemos permitido dejarnos llevar por ciertos impulsos pertenecientes al Eros, pero no ocurre lo mismo con Thanatos.
Excesos en ambos casos son tratados como patologías, sin embargo las pulsiones de muerte son vistas con un desdén particular.
Está mal querer morir, pero esta bien querer vivir. ¿Por qué?
Con esta pregunta, y otras interrogantes surgidas en este posteo, concluyo mis primeros divagues sobre el presente y la ficción hecha realidad.