Hoy me toca salir.
Hoy me toca empezar a mirar con otros ojos las cosas y dejar de atraparme en los mismos problemas. Que hay para hacer?...Mucho, hoy mas que nunca tengo que aprender "déjalo para después ya nos veremos otra vez, busca alguna solución....no te delires...no me lastimes...yo soy tu amor".
Ya es hora de mostrarle al mundo lo que soy, ya no tengo que tener mas miedo de "no ser"...ya soy mucho mas de lo que admito ser. Hay que aprender a hacerse cargo de lo que uno es.
Por una vez quisiera poder cumplir conmigo y no volver a derramar una sola lágrima por algo que no debería, pero es inútil...todavía estoy verde, me falta crecer para que eso pase.
Ahora...a trabajar y dar lo mejor de mí en este camino cuesta arriba que estoy dejando de contemplar para comenzar a escalarlo de una buena vez, y con suerte en el trayecto pueda madurar lo que me falta para dejar de llorar.
El miedo a la libertad:
Las formas mas frecuentes en las que se presentan las tendencias masoquistas están constituidas por los sentimientos de inferioridad, impotencia e insignificancia individual. [...] tales personas muestran una tendencia a hacerse débiles, reusándose a dominar las cosas. Casi siempre exhiben una dependencia muy marcada con respecto a poderes que les son exteriores. Tienden a rehuir la autoafirmación, a no ser llo que quisieran, y a someterse a las órdenes de esas fuerzas exteriores, reales o imaginarias. Con frecuencia son incapaces de experimentar el sentimiento de "Soy Yo" o "Yo Quiero".
En los casos extremos hallamos personas que se dirigen acusaciones y críticas tan graves, que hasta sus peores enemigos difícilmente se atreverían a formular. Hay otras personas que dicen cosas que hieren a las personas a quienes quieren o de quienes dependen, aun cuando en realidad no tenían intención de decir lo que han dicho. Tales individuos parecen comportarse como si siguieran consejos sugeridos por algún enemigo que los empujara hacia la forma de obrar más perjudicial para ellos mismos.
La persona sádica "ama" de una manera completamente manifiesta a aquellos sobre los cuales experimenta su poder [...] Siempre hay un sentimiento de "amor" y hasta de gratitud hacia estos objetos de su dominación. Puede creer que desea dominar sus vidas porque los quiere tanto. Y de hecho los quiere porque los domina. Los soborna con regalos materiales, con alabanzas, con seguridades de amor, con exhibiciones de ingenio y agudeza o con muestras de interés. Les puede dar todo, todo excepto una sola cosa: El derecho de ser libres e independientes.Extracto: El miedo a la Libertad - Capítulo V: Mecanismos de Evasión - Erich Fromm